Tipos de quemaduras en la piel y como curarlas

Principalmente, todos los tipos de quemaduras son lesiones de la piel, y acostumbran a ser muy dolorosas, pero en ocasiones puede llegar a afectar a otros órganos como el corazón, los pulmones o los riñones.

Las quemaduras tienen como característica ser tridimensionales, esto quiere decir que su magnitud se determina a través de tres variables: según la extensión y la profundidad de las mismas y el historial clínico del paciente. Así, un buen pronóstico tendrá que tener en cuenta los siguientes factores:

  • Profundidad de la herida.Las quemaduras superficiales se curarán espontáneamente, mientras que aquellas profundas requerirán otras medidas, entre las que se incluyen los injertos.
  • Extensión.El resultado final, que cuando se trata de una quemadura muy extensa puede llegar a producir la muerte o desfiguración se relaciona estrechamente a la extensión de dichas quemaduras.
  • Región corporal. Una quemadura en un área funcional (manos, pies o articulaciones) es más difícil de tratar y más propensa a producir discapacidades o desfiguramientos.
  • Edad del paciente. Una persona muy pequeña o muy anciana podrá reaccionar de distinta forma ante una quemadura grave.
  • Estado general. Las personas bien nutridas están mejor equipadas para reaccionar ante una quemadura grave o que ponga en compromiso la salud.

A partir de un análisis detallado de los anteriores elementos, el especialista podrá determinar ante qué grado de quemadura nos encontramos, y una vez en este punto, obrar en consecuencia.

Tipos de quemaduras:

Tipos de quemaduras: QUEMADURAS EPIDÉRMICAS DE PRIMER GRADO
En este caso se lesiona únicamente la capa superficial de la piel, la epidermis, que se presentará enrojecida. Generalmente se producen por una larga exposición al sol o a la exposición instantánea a otra forma de calor o llama. Su curación es espontánea, la lesión se recupera en tres a cinco días, y no produce secuelas. De todos modos podemos favorecer a una rápida y correcta cicatrización:
– Enfriando inmediatamente la zona con un suave chorro de agua fría.
– Colocar un gel con las Vitaminas A y E o también puede recurrir al uso del Aloe Vera en mucha cantidad y como mínimo cada 2 horas, para rehidratar la piel.
– Beber mucha agua, en caso de ser ocasionadas por quemaduras de sol.

Tipos de quemaduras: LAS QUEMADURAS DÉRMICAS O DE SEGUNDO GRADO
Estas quemaduras cubren toda la epidermis. Y en ellas, se forman ampollas y se inflama la parte afectada. La regeneración es más complicada y dependerá de cuan grave sea la quemadura y de los cuidados que le proporcionemos. Se aconseja:
– No reventar la ampolla, pues esa es la mejor protección para evitar infecciones, hasta que el dermatólogo decida cuál es el tratamiento apropiado.
– Retirar cuidadosamente las prendas que compriman la zona lesionada antes de que esta se comience a inflamar.
– Enfriar el área quemada con agua fría (no helada) sobre la lesión.
– Aplicar gasas para evitar infecciones, cambiándolas al menos dos veces por día.

Tipos de quemaduras: QUEMADURAS PROFUNDAS O DE TERCER GRADO
Son menos frecuentes, pero en este caso están comprometidas todas las capas de la piel: tejidos, vasos sanguíneos, tendones, nervios y músculos. Este tipo de quemadura se produce por un contacto prolongado con elementos calientes y se caracteriza porque la piel se presenta de forma seca y de aspecto acartonado. No ocasiona dolor debido a la destrucción de las terminaciones nerviosas, por lo que siempre requiere atención médica, y en gran parte de los casos incluso hospitalización.

A través de este análisis se pretende un correcto manejo inicial del paciente quemado. Tanto el control de las infecciones, como el cierre de la herida, ya sea con apósitos o de manera quirúrgica, pueden ser fundamentales para evitar posibles complicaciones, así como para facilitar una posterior rehabilitación, en el caso que fuera necesario. En general es mejor acudir a centros especializados.

Deja una respuesta