El cáncer de Chávez
RUBEN AGUILAR E es catedrático del Dpto. de Ciencias Sociales de la U. Iberoamerica, analista político, columnista y ex vocero de Los Pinos
Los cancerólogos independientes, a partir de la escasa información que se ha proporcionado, piensan que el cáncer de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, es de colón y que va a necesitar de una serie de sesiones de quimioterapia en los próximos meses, pero no se pronuncian sobre su gravedad.
La enfermedad del Presidente es totalmente normal, ha provocado especulaciones sobre quién podría ser su sucesor en el caso de que el cáncer pudiera avanzar. Los estudiosos de la realidad venezolana coinciden en mencionar cinco nombres:
El de Adán Chávez, hermano mayor del Presidente, quien fue Embajador de Venezuela en Cuba y ahora se desempeña como gobernador del estado de Barinas, la tierra natal de los Chávez.
Está también el actual canciller de la República, Nicolás Maduro, junto a Rafael Ramírez, el ahora ministro de Energía, y Diosdado Cabello, que fue vicepresidente y gobernador de Miranda.
Se incluye por último a Henry Rangel Silva, jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas, quien es el contacto directo de Chávez con las diversas fuerzas militares hoy tan importantes en el país.
En el mes que Chávez permaneció en Cuba, donde se le hicieron dos operaciones, al interior del gabinete de gobierno se abrió una tensa lucha bajo el agua, por la sucesión, de la que todos eran partícipes.
Las Fuerzas Armadas se vieron obligadas a declarar que daban su apoyo total al Mandatario y Adán Chávez, su hermano, pidió que todo mundo se pusiera quieto, porque el Presidente se mantenía en el cargo.
El regreso de Chávez al país pone, por el momento, fin a las especulaciones y a la lucha interna pero no resuelve de fondo las tensiones. No queda clara la gravedad del cáncer ni el tiempo que le llevará el tratamiento.
La enfermedad de Chávez pone en jaque al gobierno de Cuba. Después de la URSS, el gobierno de Venezuela ha sido el que más ha ayudado al proyecto de los hermanos Castro. Si el chavismo se debilita o incluso llega a perder el poder, quien más saldría perjudicado es el régimen cubano.
Los servicios de inteligencia de Cuba han contemplado la posibilidad de que a la muerte de Chávez, la cúpula del chavismo, incapaz de asimilar la desaparición del caudillo, se divida y sea derrotada en las lecciones. El poder de Chávez es personal y no ha creado un partido capaz de sustituirlo.
En ese escenario se abre la posibilidad de que el chavismo no ceda el poder. Los opositores han estado hablando, en los últimos días, con el chavismo menos radical y los altos mandos del Ejército, para advertirles que Venezuela no puede volverse una dictadura a la manera cubana, porque 80% de los venezolanos rechaza ese tipo de gobierno. Intentarlo terminaría en un baño de sangre. La enfermedad será un tema del cual se seguirá hablando.
Twitter: @RubenAguilar